Que el uno es acá que el otro es allá. Hablan y hablan Sacan las lenguas dan palabras que hago como si entiendo Y mi cabeza hace el gesto de Sí sí y sí entiendo. ¡Pero cómo es posible! ¡Madre te confieso que miento! No te culpo si es que de joven de cabeza me botaste O si esculpiste mi personalidad con tallado de madera y no en arcilla. A veces me digo Torpe. En momentos de epifanía Que camino en los jardines donde voy a escuela Donde voy a: aprender, a saber Me digo tonto, torpe. Igual la cabeza me dice Sí sí sí sabes. Luego cae Arnulfo con sus términos grandes Imprescindibles, y caracteres inidistingentes; si indistingentes. Me invento palabras largas para que me diga Sí Sin mentirme en la cabeza. Arnulfo tiene sus largas palabras Como si su vocación se tratara de venir a ser casta superior y yo el pobre sirviente que va y le trae servilletas después de que habla. ¡Mamá no le digas a nadie! Repite lo que me digo en mi cabeza Aún que mi propia lengua: dice nada, dice que carezco de ser. Que no entiendo Y si no entiendo, para que soy. En los libros de escuela (De los grandes que leen Arnulfo y los otros caduques) Se dice que sea nada el que no piensa nada. Se dice sea nada el que no haga nada. Y si intento no ser nada siendo nada eso me vuelve en que: una mosca, un torpe o jorobado de servilletas. A ratos pienso Que si me urgo profundamente Muy debidamente como cirujano que no es torpe Llego a mi torpeza. Sí sí sí a esa tonta torpe torpeza. Y la saco como un moco verde largo. No se: si está húmedo, si si quiera es de color o si es que es corto. Pero el pillo está ahí, Una uña en mi me dice que cuando se vaya Me vuelvo como Arnulfo, y las trompetas sonarán ¡Bazhooo! ¡bazhooo! ¡bazhooo! En la escuela se pararán los directores Me condecorarán, abanderarán y abrumarán de aplausos. Y sí sí sí dejo lo torpe. Finalmente puedo ser tal vez: un médico, un color que se ve, un ser que se ve. Y Cuando hable se paran y brincan todos a atrapar mis ideas más largas. Es por eso Que mi nariz está tan rasgada Las cicatrices son tan largas que creció de tamaño Mis lentes no me entran Y sigo siendo Si torpe ¡Madre no tengo mocos! ¡Ay señor Arnulfo no soy como usted! Que si, que acá si se sabe Que pregúntale a él, Que no le diga a el profesor que yo si se Que ya leo y ahorita le digo Que hoy mismo termino la tesis ¡Miento! ¡Yo solo miento! Cada día me paro más en las esquinas para que no me vean Para que no sepan: que soy torpe Que no se nada Y si no se nada; se es nada. En el baile de ideas de mi cabeza Ellas se siguen alistando Siguen en la partida uno O tal vez la dos; pero no más. Aprendiendo a cómo pararse Como coger rienda de la vuelta Y saber botar palabras largas. ¡Recórcholis! ¡Estruendo! ¡Y no sé más! No quiero pedir a Arnulfo que me de sus palabras. Si ya no me esculpí bien ya que así sea, Un tonto parado en esquina que miente, de eso me visto todos los días. Pero quiérete mijito !pero ámate mijito! -No deje de nada lo que se le ha dado Y hágase grande y prevalente cual maestro - Yo solo digo, como tonto ¡Y eso que putarga significa!
por haber homrigueado el poema