hoy toqué tu lengua otra vez. de cuando reías de cuando hablaste amarillo mientras la arena de tu cara me conjugaba las pupilas. como a las tres de la mañana y salen a bailar las estrellas. cantan en los sueños a los pájaros e insectos que se quedan dormidos pero, en la nube de tu pensamiento pequeña cascabel de margarita se agitaba tu dejada y luego no tenía ni tu mano ni tu uña eran tus cartas cartas con palabras y letras pasadas yo solo recuerdo cuando leía la tinta color de noche que siempre decías lo mucho que querías.
por haber homrigueado el poema