Ira nocturna

            Escribo para dejar de pensar
            escribo para poder respirar
            escribo para intentar olvidar
            y, aun así,
            mis caracteres no me siguen
            nomás reflejan la ira sentida,
            acompañados de rencor y arrepentimiento
            más el dolor que se sitúa en el centro de mi pecho.
            Y, aun así,
            mis oídos retumban tu nombre
            en los letreros veo tus ojos
            la música me repite momentos
            y las lágrimas se sitúan en mi corazón.
            
            Por qué no me has de escuchar
            por qué no me has de hablar
            por qué no me has de extrañar
            por qué no me has de pensar
            supongo que la respuesta yace contigo
            en aquella postal vacía
            la cual se desespera por ser vista
            y que mi nombre escribas.
            Mientras, tu sombra será lo único que tendré
            sin poder mirar tu sonrisa.
            Pero te recuerdo que, si te recuestas,
            y tus ventanas perfectas se cierran
            en algún punto me encontraras a mí.
                

Gracias

por haber homrigueado el poema