Guadalajara

            Me he sentado en los bancos rojos y aburridos.
            Observó a través de los reflejos y te miro.
            Manifiestas ese nerviosismo explícito al leer tu primera carta.
            Regresa un llanto irreconocible dentro de quienes dejaron la casa.

            Alumbraste y arropaste a almas purificadas de un estado muerto.
            Desvestiste sonrisas para brindar risas y sarcasmo.
            Cada aquel que se observaba en el cielo no alcanzaba a ver toda tu longitud.
            Motores despertaban a quienes se atormentaban por tu atmósfera.

            Jamás se te veía llorar, las lágrimas ácidas ahogaban los vehículos,
            Penetrando cristales de esos que solo se los ve en las ejecutivas.
            Algunos rezan para que una lágrima pinte nuevamente el verde colorido,
            Sin embargo ella devolvió irá, por plegarias interesadas, en una ola de calor.

            Aves volaron hacia ti en busca de una experiencia que la saque del nido.
            Tenía más que una simple lista para poder ofrecer y vender.
            Reparte todo tipo de estado mental en donde incluso el bohemio cantaba,
            Y diste colores que hasta los ciegos fueron capaces de recibir.

            Obsequiaste poesía al que más necesitaba.
            Hasta los más críticos visitaron su construcción y regalaron aplausos.
            Un nuevo vocabulario fue aprendido por los principiantes con el uso de las
            palabras,
            Y obsequiaste libros antiguos que inspiraron a un mísero autor.
            
            Se ha llevado alrededor de 300 días de vida de un sin rostro,
            De un vagador que vino en busca de un hogar y encontró más,
            Ella demostró un camino seguro, una via amena que el narrador siempre
            quiso tomar,
            Pero su ambición lo llevó a buscar algo más.
                

Gracias

por haber homrigueado el poema