Las gotas de lluvia Cantaban los dolores del cielo. Y la tierra se empapaba Siendo empática de lo que sucedía. Y ahí estaba Con la cola quieta Y las garras clavadas en la arena. Ni las libélulas Flotaban cerca de ella. Era solo sus pupilas y la selva. Solamente sus escamas Y los colores verdes. Ahí recostado sobre una hoja grande, La hormiga se separó de su colmena Para verla a ella. Mientras esquivaba los gritos del cielo, Veía como estaba ella Parpadeando por encima del agua. Cómo reina Cómo reptil que es. Y al intentar acercarse la hormiga, Se ahogó en el agua del pantano Ella, el caimán Solo siguió parpadeando.
por haber homrigueado el poema