Cuando llegó la inundación. El reptil perdió sus treinta y nueve huevos. Se quebraron, se fueron por los cristales del río Y quienes nacieron fueron atrapados por las garras del agua. En eclipse de lágrimas, Junto con el canto de gaviotas anunciando la noche, La Amazonía velo a los difuntos míseros. Ay caimán Tus hijos se han ido. Se los llevo el río, Mamá vio todo Y tiesa parpadeando Como caimán Vio sus cascarones quedarse sin corazones. Con su cola patalea al suelo En quejumbre al río Siendo flor atascada en lo verde De naturaleza Y los insectos la observan. Madre dolida En furia como la corriente que se llevó a sus crías. Como el sonar de su mordida de reptil cuando caza pájaros. Como sus ojos de pupila en rayo que iluminan la luz en la noche. Ella observa: Como el río se calma, El agua de tierra se seca, Las aves vuelven a sus rocas, Los peces a sus palacios de cristal, La noche de color sombra, Y sus treinta y nueve huevos Ya solo existen en su corazón Áspero y duro De caimán.
por haber homrigueado el poema